En el proyecto La otra cara, una alternativa visual ese ha partido de los textos de algunos teóricos como Marina Garcés y M:A: Hernández Navarro , y apropiándonos de su análisis de la sociedad y en conceptos como la visibilidad, o la precariedad hemos desarrollado un camino por donde comenzar a rastrear el arte.
Es ésta sociedad postmoderna la que nos empuja a una precariedad, que asumimos con cierto entusiasmo, y que soportamos compartiendo miles de fotos por las redes que nos permiten configurar un perfil sonriente, entusiasta, basado en los datos, en los likes, y en su cuantificación.
Ante la inminente necesidad de mostrar nuestro perfil con miles de fotos instantáneas elegimos el juego de esconder lo visible como otra posibilidad de mostrar el trabajo artístico.
Pretendemos crear en el espectador dudas, quizá frustraciones, para que de alguna manera rasque la realidad que ve y vaya a la parte trasera para observar lo que los ojos no pueden apreciar. Del mismo modo poner en pequeñas trabas a la institución, al no mostrar en sus salas lo que se espera sino la otra cara.En definitiva queremos mostrar de forma precaria otra mirada del objeto artístico.