COMISARIO

COMISARIO.

SER COMISARIO presenta diferentes y variables vertientes. La opción que interesa mostrar es la que comisario y artista formen una única obra en la sala de exposiciones o, fuera de ella, pues el arte nos se limita a los espacios comúnmente llamados culturales sino que, más bien,  la esfera es tan amplia, que va desde la sala a la calle y hacia el mundo digital. No se trata, por supuesto, de implantar algún tipo de reglas o normativas sino más bien todo lo contrario, se trataría de crear juntos las propias pautas para que la muestra se vea de manera homogénea aún siendo dispar y lo más importante que muestre  otras tantas caras del artista y que sea el espectador quien tenga la última palabra.


	

LO COLECTIVO

LO COLECTIVO- EMBALATGE

Otro de los objetivos de Martíllopis es potenciar la colectividad,  lo que le confiere a cada una de las piezas artísticas muchas más variables por el hecho de hacerlas coincidir, competir o participar de las otras obras.

La exposición colectiva presenta muchas características que potencian el resultado. Por un lado implica desarrollar la imaginación, el trabajo en grupo, la fuerza, por otro combate el concepto de propiedad tan arraigado entre los artistas. No se trata de crear tu obra sino nuestra obra, algo impredecible y a la vez creativo, donde el concepto primero se va transformando desde lo insignificante a lo global. En lo colectivo se refuerza el anonimato y esto potencia aún más si cabe “lo otro” aquello exento de prejuicios y modos de actuar establecido y que se espera de cada uno en su individualidad.


ARTARTE

ARTARTE

 

“ …más allá del limite, buscamos invadir el territorio de lo no artístico, de lo común, de lo cotidiano, a fin de encontrar un espacio habitable en el que convivir, hacer uso de los elementos que lo componen, trastocar el equilibrio establecido como norma y desajustar el orden impuesto…” (1)

 

El concepto “Artarte” está ligado al vocablo (h)arto y arte. Harto de arte tal y como se entiende en la actualidad por la gran mayoría, una mayoría insatisfecha que en la mayoría de casos opina abiertamente según gusto personal las más de las veces  alimentado por los poderes fácticos y de moda.

Hemos de cambiar el menú. Movimientos de primeros del siglo XX , como el futurismo, el letrismo o los situacionistas están todavía a la vanguardia de nuestras más avanzadas trans y postvanguardias. Arte y calle, arte y vida, relatos que ha fecha de hoy quedan en saco roto, pues adolecen muchas de las veces de valor material y más aún de valor político. Son propuestas efímeras, fungibles y un tanto trasgresoras, no porque duelan a la vista, al oído o al tacto sino porque a la mirada del espectador común, del ciudadano votante, no le aportan la complacencia que provoca por ejemplo el cine, el teatro o cualquier otro tipo de espectáculo.

Se podría argumentar, a filo de ello, que movimientos como LGTB +, temáticas de género o de discriminación van tomando conciencia en la clase política y dejan un espacio para que artistas comprometidos puedan aportar su grano de arena y expresar sus ideas, pero aún así la sociedad de consumo intenta engullirlos dulcemente dentro de marcos masivos y turísticos donde la parte creativa queda relegada a valores de ocio y divertimento. Ocurre lo mismo en los grandes museos donde prima tanto o más la carcasa externa como su interior, un interior que ha recurrir a grandes y consagrados nombres para atraer a multitud dejando espacios casi vacíos para el otro arte y el arte emergente.

Por otro lado, en este nuevo milenio, la era digital toma una relevancia absoluta y hoy, sin salir de casa tienes al abasto prácticamente todo el arte que se hace en todo el mundo. Es tanta la información a la que podemos acceder  y que no necesitamos almacenar que ese todo se convierte en nada. Ello exige al mundo del arte una nueva reflexión para poder ofrecer al otroalgo que no va a encontrar on line. Promover sensaciones, emociones,  crear espacios, transformar entornos, remover conciencias… Si somos capaces de involucrar al otro para despegarle de la silla y penetrar con TODOS los sentidos en estos nuevos proyectos lejos del espectáculo, enriqueceremos el menú y desatascaremos la infinidad de vías que la creatividad desde el trabajo diario puede desarrollar.

Artarte. El arte no es un fin sino un medio y hemos de resaltar esta parte, la del proceso, la de la puesta en escena y la infinidad de miradas que suman y crean un nuevo proyecto más allá del artista, del mercado y de las instituciones.

 

 

 

 

Keys Word: Artarte, espectáculo, insatisfecho, otro arte, emergente, sumar.