El viernes 10 de febrero fui a ver dos exposiciones en Valencia, en ambas presentaban su catálogo. La primera fue ELLES, en el Museu de la Ciutat de València. Una exposición colectiva donde ELLES, mujeres artistas valencianas presentaban su propuesta en una clara manifestación feminista y sobre todo humana.
Una exposición de mujer. Reivindicando su lugar y su visibilidad.
El nivel artístico era alto, muy alto. Artistas como Aurora Valero, Soledad Sevilla, Carmen Calvo encabezaban el cartel donde el abanico era tan largo como inacabado. Natividad Navalón, Teresa Chafer, Juana Francés, Fuencisla, y tantos otros talentos presentes. También algunas faltas interesantes y me refiero a Elena Martí, a Cristina Gamón a Inma Femenía entre otros.
Aunque la exposición fue y es un éxito en sí misma me gustaría que se dejara la puerta abierta en las próximas ediciones para que el arte emergente y feminista tuviera un espacio junto a estas grandes tallas de nuestro panorama artístico
El catálogo fue presentado por Patricia Mayayo. Puso en valor su importancia y le confirió veracidad histórica inscribiéndolo en el mapa del arte contemporáneo. Un reflejo evidente de que la mujer y la postmodernidad han conjugado a la perfección.
Por la tarde me fui a la Rambleta donde el joven Adrián Laurel consiguió emocionarme.
Su propuesta “Objetos naturales” es la ganadora de la Beca para la investigación y el arte que La Rambleta en su 9ª edición otorga. La puesta en escena abre y solidifica un camino que desde la facultad de Bellas Artes de Cuenca de la mano de José Ramón Alcalá llevan desarrollando con insistencia y celeridad. Han sabido “pionear” el escenario que la tecnología informática abre. Reconozcamos aquí el empeño de J.R. Alcalá en liderar un espacio todavía por descubrir. Pongamos también en valor el trabajo que desde Valencia Rubén Tortosa o Alejandro Mañas realizan.
Adrián Laurel pide a gritos hacerse un hueco en este arte emergente. Los milenians piden paso. Cables y aderezos en 3D, algoritmos y Arduinos creando poesía. Arte sonoro. Aletear de pájaros volando con sus fantasías. Un crescendo despertar de enredaderas.; También el Silencio. La calma de la manada. Surrealismo. Una invitación al sueño, a la imaginación. Y todo de un blanco y negro minimalista, sin emociones. El color, lo intuitivo, lo subjetivo queda en manos del espectador. Su propuesta no da respuestas.
Lo dicho, un día feliz. Encantado del arte de Mujer, emocionado con las promesas. Los que vienen por detrás, los que empujan fuerte.
Martillopis 12 febrer 2023